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miércoles, 7 de abril de 2010

Motivar sin desmotivar

Sobre motivación existen varias teorías, cientos de tratados y miles de artículos y opiniones. En este blog hemos intentado conversar sobre la motivación en: pilares de la filosofía operativa, liderazgo y evaluar la motivación.

La motivación es esa fuerza de voluntad que nos orienta hacia la búsqueda y concreción de propósitos, metas y objetivos, ya sean personales, espirituales, empresariales, laborales o de otro tipo.

¿Y qué podemos decir de la desmotivación?
Lejos de definiciones científicas sobre la cuestión, se me ocurre decir que la desmotivación podría ser esa fuerza interior que nos hace dudar del porque de las cosas, que nos impide encontrar muchas veces el sentido de algo que tenemos que hacer y nos bloquea o nos nubla el horizonte y detiene nuestra marcha. Frases como: “para qué si es lo mismo” y similares suelen ser el himno del desmotivado.

Entonces, como dicen algunos, ¿la desmotivación es lo contrario de la motivación? Si así fuera, si evitara que alguien se desmotive entonces lo estaría motivando, lo cual en la práctica no es real. Cuando no estamos motivados, no estamos necesariamente desmotivados y cuando no estamos desmotivados tampoco estamos necesariamente motivados.

¿Qué factores inciden en la DESMOTIVACIÓN?
- promesas incumplidas: el peligro del liderazgo por el SI a todo, es la desmotivación como consecuencia del no cumplimiento de lo ofrecido.
- expectativas y necesidades no satisfechas: cuando espero que ocurra algo en función de algo que realicé y eso no sucede. Cuidado porque muchas veces nuestros colaboradores equiparan sus expectativas a promesas que nunca fueron realizadas.
- cambios en las reglas de juego
- objetivos incumplibles por cualquier razón, por límites físicos concretos o por falta de las herramientas necesarias.
¿Para ustedes qué otros factores influyen en la desmotivación?

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