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miércoles, 16 de diciembre de 2009

LA MEJOR FORMA DE DAR UNA MALA NOTICIA

Un señor estaba en su mejor ronquido cuando suena el teléfono a las 3 de la madrugada.
Aló, ¿Patrón? Habla el Manuel, el capataz de su hacienda. 
Hola Manuel, ¿pasó algo? 
No, nada grave Patrón, sólo quería avisarle que su lorito se murió!
¿Mi lorito? ¿Aquel que gané en el concurso el mes pasado?
Si patrón, ¡ese mismo!
¡Que desgracia y qué lástima! Yo que había pagado una pequeña fortuna por él.
Pero...¿de qué murió?
Comió carne podrida.

¿Carne podrida? ¿Y quién le dio carne podrida?
Nadie Patrón, él se la comió de uno de los caballos que estaban muertos.
¿Caballos? ¿Qué caballos?

Dos de sus caballos pura sangre.

Los pobres se murieron de cansancio, por tener que jalar la cisterna de agua.
¿Y por qué jalaban la cisterna de agua?
¡Para apagar el fuego!

¿Fuego, qué fuego? ¿Dónde?
En su casa patrón... una vela se cayó debajo de una cortina y prendió fuego a la casa.
¿Vela? Pero... ¿quién encendió una vela en mi casa? si tiene electricidad
Fue una de las velas usadas en el velorio.
¿Velorio? ¿Cuál velorio?

El velorio de su mamá, patroncito.

Ella llegó en la madrugada sin avisar y yo le metí un balazo pensando que era un ladrón.
¡¡¡Noooooooooooooooooooooooo!!! ¡¡¡No puede ser!!!
¡Ya, ya patron no exagere! ¡ tanto escándalo por un lorito !!